Protejo tus quejíos, sonidos que alarman y renuevan el alma,
grítalos que salgan...
Nuevas notas que hacen latir con rabia, al ritmo de tus alivios.
No eres músico y quizá hasta un poco sordo,
pero con una mirada bailaremos…en las mejores de nuestras veladas.
Mar Hidalgo